lunes, 13 de febrero de 2012

Comando de chirlos

06/06/2012 - Ricardo Hernández (en adelante RH) intenta dar de baja su servicio de internet móvil de una compañía de telefonía celular. No sólo no tiene necesidad de ese servicio, sino que no tiene oportunidad para usarlo: ya no tiene computadora. El operador telefónico le dice que tiene que seguir pagando el servicio durante los meses que le restan de contrato (7). RH señala que, al momento de contratar el servicio, preguntó si podía darlo de baja en cualquier momento, y que la respuesta que le habían dado era un sí. Lo ponen en espera.

04/07/2012 - RH sigue llamando para dar de baja el servicio, con resultados similares al del primer intento. Mantiene conversaciones burocráticas con varios operadores, pero todo sigue igual. Se cuida de desatar su ira con los telefonistas, ya que considera que no son los culpables, y que son también víctimas.

07/07/2012 - El operador que atiende esta vez a RH, se apiada del estado de desesperación del mismo y le da un consejo: que reporte el módem portátil como robado, así su tarifa mensual se reduce en un 75%. Es lo más cercano a lo que RH pretende, que es dejar de pagar.

01/08/2012 - RH va hasta las oficinas centrales de la compañía de telefonía celular. Recibe las mismas evasivas, y monta un escándalo. Lo escoltan a la salida, pero lo dan de baja. No pagará los meses que faltan.

08/08/2012 - RH cuenta todo su periplo burocrático en una cena de amigos. Uno de ellos, que había trabajado como empleado de un call center para una compañía de televisión satelital, le explica que sí, que todo eso está regulado, que la única manera de conseguir que a uno lo den de baja en casos como esos es recurriendo a la violencia. Que la solución está allí, que es tan simple para la compañía como presionar un botón, pero que sólo lo hacen cuando los clientes pierden el control o llevan a cabo acciones legales. RH se indigna.

10/08/2012 - RH vuelve a convocar a sus amigos para comentarles un plan que acaba de idear. Ya que no hay manera de, legalmente, hacerle pagar esas molestias y abusos a los directivos de las compañías de servicios, y que estas situaciones generalmente evolucionan en episodios violentos que afectan sólo a los empleados de menor nivel, es necesario implementar alguna clase de escarmiento. Él propone lo que popularmente se conocería, más tarde, como "comando de chirlos". Cada uno de los comensales se compraría una pequeña palmeta plástica o de madera, en venta en cualquier sex-shop, y entre todos investigarían y estudiarían las caras y las rutinas de las cabecillas de las compañías de servicio, para golpearlos con sus palmetas, en cualquier lugar, en cualquier momento, de ser posible en lugares muy concurridos, para luego desaparecer. La mayoría de sus amigos lo considera una estupidez, pero algunos, tomándolo más como un juego de corta vida, deciden pertenecer a dicho comando.

19/08/2012 - Augusto Conte (en adelante AC), vicepresidente regional de un proveedor de conexión a internet, es golpeado con palmetas tres veces en el camino a su casa. El último golpe, recibido de RH, le deja una visible marca en la cara.

30/09/2012 - RH dicta una declaración de reglas y principios para su comando de chirlos. Lo difunde en varias redes sociales y, en pocos días, aunque de manera desprolija y sin organización central, la práctica se populariza.

15/10/2012 - AC contrata guardaespaldas y comienza a portar un arma.

17/10/2012 - Alejandro Díaz Herrera, gerente de ventas de la compañía de telefonía móvil cuyo accidente generó todo el movimiento, es el blanco preferido de RH, que lo golpea siempre sin dejarse ver cinco veces por semana durante esos dos meses. Esa misma noche se suicida, sin dejar ninguna carta a la familia, pero no es sorpresa: todo su entorno comenta que no era el mismo desde hacía semanas, que estaba paranoico e inestable.

28/10/2012 - Se dicta una ley inexplicable para más de la mitad de la población, que no estaba al tanto de las operaciones del comando: se prohibe la venta y tenencia de palmetas, con penas de hasta 25 años de cárcel. A partir de ese momento, los medios comienzan a hablar de la "actividad terrorista".

11/11/2012 - Tres conocidos miembros del comando de chirlos son apresados. Uno de ellos es acribillado a tiros en el lugar de la captura, por resistirse. Las fotos de las palmetas confiscadas aparece en las portadas de todos los diarios. Otros cuatro miembros perecen en episodios poco claros, que los medios relacionan con el "fenómeno de la inseguridad".

13/11/2012 - El comando de chirlos abandona el uso de las palmetas, y comienza a escupir y sopapear a sus blancos.

16/11/2012 - Los guardaespaldas de AC matan a RH de una golpiza, luego de que éste escupiera a su jefe. No son juzgados, y no pasan ni siquiera una noche bajo custodia policial. La opinión pública está dividida.

17/11/2012 - Hay escraches multitudinarios en la casa de AC y en sus oficinas. La compañía para la que trabaja lo despide. La fuerza policial reprime, y hay 27 muertos, dos de ellos, policías.

21/12/2012 - Se declara estado de sitio. Los policías tienen derecho a apresar a cualquier persona que les parezca sospechosa, sin rendir cuentas a nadie. Salivar se convierte en delito federal. Las cámaras instaladas por toda la ciudad le permiten a la policía detener a gran parte del comando de chirlos. La mayoría no vuelve a aparecer.

23/12/2012 - Agustina Zaldivar va a las oficinas centrales de un proveedor de televisión por cable a pedir la baja del servicio y el reintegro de la última cuota, puesto que el servicio no está en condiciones desde hace dos meses, y jamás fueron a repararlo. La hacen pasar amablemente a una sala de espera, donde no hay nadie más. Le dan un tiro en la nuca y la tiran al río.

9 comentarios:

  1. Interesante! la humillación es una herramienta poderosa, perdón por el intertexto, pero me hizo acordar a esto:

    "Fue en 1980 cuando pudimos leer por primera vez, en el «Sunday Times», cómo murió Lakov, el hijo de Stalin. Preso en un campo de concentración alemán durante la segunda guerra mundial, compartía su alojamiento con oficiales británicos. Tenían el retrete en común. El hijo de Stalin lo dejaba sucio. A los ingleses no les gustaba ver el retrete embadurnado de mierda, aunque fuera mierda del hijo de quien entonces era el hombre más poderoso del mundo. Se lo echaron en cara. Se ofendió. Volvieron a reprochárselo una y otra vez, le obligaron a que limpiase el retrete. Se enfadó, discutió con ellos, se puso a pelear. Finalmente solicitó una audiencia al comandante del campo. Quería que hiciese de juez. Pero aquel engreído alemán se negó a hablar de mierda. El hijo de Stalin fue incapaz de soportar la humillación. Clamando al cielo terribles insultos rusos, echó a correr hacia las alambradas electrificadas que rodeaban el campo. Cayó sobre ellas. Su cuerpo, que ya nunca ensuciaría el retrete de los ingleses, quedó colgando de las alambradas" (Milan Kundera)

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    1. Se agradece el intertexto. Más que nada en este momento en que no sé qué comenzar a leer, y que me recordás que no leí nada de Kundera.

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  2. Cucháme, como diría el shileno, te pasaste. Este está en mi Top Ranking. Cómo me reí! y no sólo por lo gracioso de la palabra "palmetas", palabra que desgraciadamente usamos muy poco. Si solo se me hubiese ocurrido darle palmetas a mis acosadoras empedernidas de Compañía Dermoestética... pero no, mi ira totalmente despojada de originalidad me llevó a redactar un mail con amenazas de las que no me creía capaz. Contra todo pronóstico dio resultado y hace tres meses no recibo llamadas diarias en los horarios más incómodos con promociones im.per.di.bles de liposucción, electródos, masajes succionadores de imperfecciones, y demás yerbas.
    En fin, qué decir, el final es genial encima. Me deja con la sensación de que es injusto que este blog no haya pasado por muchos ojos. Más de uno me va a cagar a palmetas por decir lo que voy a decir pero el otro día leí varias secciones lamentables en la revista Barcelona... ¿cómo puede ser que esa gente específica que leí tenga un espacio así y vos acá escribiendo con eco?
    En fin... pasando a otro tema Nina Regina te acaba de spoilear una de mis partes preferidas de La Insoportable Levedad del Ser, me gustó esa parte y lo que seguía cuando lo leí (que ampliaba apenitas más lo que se quiere resaltar de la anécdota escatológica). Leelo, tiene ideas interesantes, aparte así me das tu visión de algo que ya leí y conozco.

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    1. Entonces está decidido. Ni bien termine el de la querida Ursula (esta noche, probablemente), empiezo "la insoportable levedad del ser".

      Dos cosas: ¿Top ranking? Como siempre, odio lo que escribo. Cuando pasan los días y escribo alguna otra cosa, entonces paso a odiar a ese texto nuevo y recuerdo con nostalgia a algunos anteriores, pensando "mmm... no estaba tan mal..." ¿Y te reías? Yo lo escribí con amargura, sobre todo el final, pensando en que ya no hay esperanzas...

      Pero bueh. Me alegra muchísimo tu apoyo desmesurado (snif).

      P.D.: "más de uno me va a cagar a palmetas por lo que voy a decir..." ¿Más de uno? ¿Leyendo? ¿No te habrás equivocado de blog?

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  3. Che... sabías que hay una pareja chapando en tu foto de perfil?

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    1. ¿Viste? Todo en este blog está calculado, y es un símbolo, o un concepto.

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  4. Me encantó Ale. Te recomiendo leer las políticas de privacidad de Google. Todo lo publicado por alguno de sus medios pasa a estar a disposición de Google: esto es, te afanan lo que escribiste y lo publican sin darte un sope. Quiero decir que creo se viene el comando ese. Yo me uno si usamos uniformes.
    Me desvié de lo que te quería decir: la cuestión es que te andes con cuidado, porque van a caer agentes tipo matrx -pero de Google-, te van a mear, culear y pegarte un tiro en la nuca.

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